La escapada castellana
Este Miguel Angel se supera excursión tras excursión.
Y es que nuestro Guía, despues de prepararla a conciencia (incluida visita previa in situ para organizarla al detalle) nos organizó una escapada entre el 11 y el 13 de marzo por la Tierra de Campos, en Castilla La Vieja, a conocer la historia del CANAL DE CASTILLA, en un fín de semana inolvidable, bien organizado y amenizado con sus completas explicaciones históricas y geográficas.
Todo un ejemplo de imaginación y planificación. Y con un presupuesto asumible para la mayoría (50 euros).
Estuvo sobresaliente
Pues no es solo el caminar juntos, sino tambien el conocer el entorno y a nosotros mismos, compartiendo conocimiento, amistad y diversion.
Y vaya que si nos divertimos…
Así que emprendimos nuestra gran escapada de fín de semana, partiendo desde Aranjuez el viernes 11 de Marzo (como siempre transportados por Juan Carlos, nuestro entusiasta conductor) para pernoctar en Herrera de Pisuerga esa misma noche. Haciendo una parada a mitad del camino en Lerma. Y aprovechando así la aproximación nocturna para poder iniciar nuestra completa ruta en la mañana del sábado.
Fenomenal el Albergue de Herrera de Pisuerga, recien remozado, situado bajo una arquería, dentro de una plazoleta, en la antigua zona que ocupaba el mercado de ganado. No falta nada en él y sus habitaciones con baño y literas que disponen de luz individual y cortinillas para aislar el camastro. Garajes cerrados individuales para bicicletas y una cocina-salón bien equipada. Hay que felicitar a sus responsables por la buena obra realizada.
El sábado en la mañana comenzamos nuestra andadura guiada por Miguel Angel, esta vez como «caminantes canaleros», que son los ‘peregrinos’ que andan a la vera del Canal de Castilla.
Nos disponiamos a escuchar una rica e interesante historia por boca de nuestro compañero y guía , acerca de un ambicioso proyecto iniciado en el siglo XVIII y que constituyó esta magna obra de ingeniería hidraúlica, mediante un cauce artificial que recorre 207 kilometros de las provincias de Palencia, Burgos y Valladolid, dividido en tres ramales; Ramal Norte, Ramal Campos y Ramal Sur.
Sus elementos constructivos y accesorios nos acompañaran durante este recorrido y también desde la memoria : vaso, presas, azudes, esclusas (ovaladas, rectangulares), compuertas (de tajadera y de mitra), retenciones, puentes, acueductos (-puente y -sifón), dársenas, almacenes, cárceles, grúas, dragas, astilleros, caminos de sirga, barcazas, mulas, arquetas, desagües, alcantarillas, canales de riego, casetas, molinos, batanes, centrales hidroeléctricas…
Dentro del Ramal Norte y remontando el Canal, recorrimos el tramo que comprende desde la Esclusa 10 hasta la Esclusa 6, donde visitamos a continuación el Centro de Interpretación del Canal, junto a la presa de San Andrés, en Herrera de Pisuerga. Allí embarcamos en el Marqués de la Ensenada y nos dispusimos a vivir una curiosa experiencia nautica en pleno centro de la Península Ibérica; el ascenso y descenso de esta vía fluvial mediante la utilización de esclusas centenarias (modernizadas) para salvar el desnivel de las aguas en su recorrido.
Por la tarde reanudamos el recorrido ascendente hacia el nacimiento del Canal de Castilla y llegar a la esclusa 1, ya en Alar del Rey, donde nace este cauce desgajándose del Río Pisuerga. En total andurreamos unos 18 kilometros.
Alar del Rey le debe su existencia a las vías de comunicación del siglo XIX: el Canal y el Ferrocarril. El kilómetro cero no puede ser más significativo de esta circunstancia, pues en ese lugar se dan cita no sólo el Canal y el río (de dónde nace), sino también la vía ferrea y una carretera. Da para meditar: ¿quién pudo más? ¿El Canal o el tren? ¿La vía ferrea o la carretera? Todos se complementan y todos nos pueden ser de gran utilidad para ayudarnos a descubrir y disfrutar del Canal de Castilla.
Subiendo y bajando por una esclusa
En el barco Marqués de la Ensenada, que capitanea Manuel, y que surca el Canal de Castilla en la presa de San Andrés (Herrera de Pisuerga). Alli confluye el Canal de Pisuerga, en una amplia ensenada ajardinada y un centro de interpretación sobre todo el proyecto de esta obra hidraulica.
Se trata del remonte de la sexta esclusa mediante su llenado y la apertura de la compuerta, salvando la embarcación un desnivel que posibilita un trayecto añadido de 1,5 kilómetros que se suman a los cinco actuales en un viaje de cerca de dos horas.
Ahora, en el siglo XXI, se accionan por control remoto las modernas esclusas
El Canal de Castilla cuenta con un amplio conjunto de elementos de ingeniería como dársenas, presas, retenciones, acueductos, puentes o esclusas de interés. Concebido en su origen como vía de navegación y comunicación, su aprovechamiento industrial se realizó hasta avanzado el siglo XX con más de una veintena de industrias, molinos, centrales hidroeléctricas o batanes para curtidos.
En el tramo en que ahora se puede superar una esclusa a bordo de una embarcación, el Ramal Norte, con una longitud de 75 kilómetros desde Alar del Rey (su punto más septentrional) hasta Ribas de Campos, existen 24 esclusas. Estas esclusas son obras de ingeniería necesarias para salvar los desniveles del terreno y permitir así el paso de las barcazas, mediante el control del nivel de agua en los vasos de retención. En su totalidad, salvan un desnivel de 170 metros en su recorrido por el Ramal Norte, superando la zona de mayor desnivel del Canal. Estas construcciones son de dos tipos: ovaladas, construidas durante el siglo XVIII, y rectangulares, construidas en el siglo XIX.
Todas son balsas cerradas en sus dos extremos por dos pares de compuertas tipo mitra, que en su parte inferior cuentan con portonas de desagüe mediante el sistema de guillotina. La balsa se rellena abriendo las portonas inferiores hasta que el nivel de la balsa se iguala con del cauce del Canal y antiguamente se procedía a la apertura de la puerta y se introducía la barcaza. Las esclusas están revestidas de sillerías de piedra caliza o arenisca.
Parroquia rupestre de Olleros de Pisuerga
Nos habían recomendado la visita a este templo escavado en la roca, ubicado en Olleros, a unos pocos kilometros de Herrera de Pisuerga. Así que nos fuimos hacia allí.
Este tipo de construcciones hipogeas tienen su origen y desarrollo en los movimientos emigro-repobladores de los siglos IX y X, que surgen de norte a sur y de sur a norte de la península. Son cavidades excavadas artificialmente por la mano del hombre en afloramientos, principalmente de roca arenisca. Se ubicaron siempre en parajes y entornos naturales de alta calidad ecológica; que lo eran más hace 10 siglos, escondidos entre vallejos y faldas de montes apartados y en lugares apacibles donde existe una corriente de agua.
El fenómeno eremítico es una actitud de carácter mísitico-social y en distintos momentos históricos a través de todo el mundo y siempre relacionado con alguna filosofía de carácter religioso contemplativa.
Es sin duda uno de los mejores conjuntos de eremitismo rupestre de la Península, compartiendo forma con la de Santa María de Valverde (Valderredible, en Cantabria).
El conjunto eremítico está formado por el templo propiamente dicho (visitable en cualquier época del año) dos lauras próximas asentándose sobre una de ellas una torre de piedra de sillería del s. XVII, aislada del conjunto y una necrópolis de tumbas antropomorfas excavadas en los contornos del templo-peña.
La planta del templo consta de dos naves, con sus correspondientes capillas absidales, abriéndose en la de la derecha una estrecha galería hoy utilizada como sacristía y en la de la izquierda, que fue la capilla principal con su primitivo altar, se ubica otra capilla casi en total penunmbra descubierta en 1931.
Actualmente el conjunto del edificio hipogeo se nos presenta con añadidos y ampliaciones de épocas posteriores al s.X y ampliándose a finales del XII, de acuerdo con las tradiciones románicas. Su falsa bóveda de cañón, es apuntada con arcos fajones. Los ábsides se cubren con bóveda de cascarón. El coro está sostenido por una pilastra única, ya que otras tres son columnas, dos de ellas artificiales del s. XVIII, pues las originales se deterioraron, quedando tan sólo una de las primitivas. Su decoración es muy escasa, tan sólo en el coro se ven capiteles dobles muy toscos, pero sí es uno de los conjuntos de mayor belleza del eremitísmo español, lo que hace que se la haya calificado como la «basílica del eremitísmo rupestre».
Fue un sabado ‘full time’: Primer paseo por el Canal + Centro de Interpretación + navegación con barco por esclusas+ 2º paseo por el Canal + Parroquia rupestre + cena (con cante junto a la Coral de Herrera de Pisuerga, que tambié cenaba por allí) + baile…
Y para el segundo día (Domingo), Miguel Angel nos tenía preparado otro paseo hasta la más espectacular de las construcciones realizadas sobre el Canal; el Acueducto de Abánades, de cinco arcadas, que permite al Canal volar su cauce sobre el río Valdivia.
A continuación nos dirigimos a Frómista con la intención de admirar una joya del arte románico, la Iglesia de San Martín. Aquí, también Sergio nos deleitó interpretando e instruyendonos acerca de esta construción y del románico en general.
Historia de El Canal de Castilla
El Canal de Castilla es una de las más importantes obras de ingeniería de España. Concebido por el Marqués de la Ensenada, este proyecto pretendía crear una red de comunicación fluvial que sirviera para distribuir los cereales castellanos por el reino. El ambicioso plan preveía cuatro grandes canales que unieran Reinosa (Cantabria) con El Espinar (Segovia).
De ellos se completaron plenamente el Ramal Sur y el de Campos; el Ramal Norte se quedó en Alar del Rey, mientras que el Canal de Segovia nunca se ejecutó. Las obras se iniciaron en 1753 y continuaron intermitentemente a cargo del erario público hasta 1804. En 1831 se concede la explotación del Canal a una empresa privada con el compromiso de finalizar las obras, que concluyen en 1849. En total se construyeron 207 km en forma de Y invertida a través de las provincias de Palencia, Burgos y Valladolid.
Después de 70 años de gestión privada, ya en decadencia a causa del desarrollo del ferrocarril, vuelve al Estado recayendo la responsabilidad desde entonces en la Confederación Hidrográfica del Duero. En 1959 el Canal se cierra a la navegación convirtiendose en una gran conducción de riego y en fuerza motriz para harineras y pequeñas centrales hidroeléctricas. En la actualidad también se utiliza su cauce para el abastecimiento de pequeños grupos de población ribereños, incluidas las capitales provinciales de Palencia y Valladolid. En 1991 el Canal de Castilla es declarado Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico.
«Hay un obvio paralelismo entre el caminante canalero y el peregrino que recorre la Ruta Jacobea, por más que el del primero sea un peregrinaje cívico y el del segundo sagrado.
Ambos recorren un camino iniciativo, sacrificial, que les transformará renaciéndolos en hombres nuevos.
El Canal de Castilla promete la felicidad del pan nuestro de cada día y el Camino de Santiago la vida eterna del pan eucarístico.
Fromista Canal y Camino se encuentran y el cruce de lo telúrico con lo teúrgico marca un punto de privilegio propicio a la meditación.
La pacífica coincidencia de la fe con la razón es algo inusual»
CASTILLA EN CANAL
Raúl Guerra Garrido (2015)
Ancha es Castilla…
Y profunda la amistad.
Miguel Angel-Felisa-Juan-Cris-María-Conchi-Mari Carmen-Enrique-Juanjo-Tina-Reme-Julián-Reme2-Mercedes-Guadalupe-José Antonio-Víctor-Yolanda-Sergio-Eligio-Olga-Pere-Pacolu-José Luís-Paloma-Manuel-Isabel-Angel Luís
¡ Gracias Miguel Angel !
* especialmente dedicado a Javier Ch., deseando tenerte caminando entre nosotros. ¡ Ánimo y pronto reestablecimiento compañero !